Tendencias Actuales en Maquillaje de Bodas
Manuel no es solo un florista. Es un artesano que trabaja con flores vivas y secas, combinándolas para crear obras de arte que embellecen los espacios de la boda y, a menudo, continúan decorando los hogares de los novios mucho después de que la celebración haya terminado. "Siempre aconsejo a las parejas que elijan flores que puedan secarse y conservarse después de la boda", explica. Esta filosofía de darles una "segunda vida" a las flores no solo es ecológica, sino también profundamente simbólica, ya que las flores se convierten en un recuerdo tangible del día más importante de la vida de la pareja.
Uno de los aspectos más fascinantes de su trabajo es la capacidad de Manuel para elegir las flores adecuadas según la temporada y los gustos de los novios. "Durante la primavera, las peonías son una opción ideal, por su belleza y aroma, que perduran incluso después de secarse. En otoño, las rosas de jardín son perfectas para crear un ambiente cálido y acogedor", comenta Manuel. Y aunque hay flores que están disponibles todo el año, como las calas y las rosas, Manuel siempre busca incorporar flores que añadan un toque personal y único a cada boda.
Para Manuel, las flores no son solo elementos decorativos; son elementos narrativos que cuentan una historia y añaden profundidad y significado a la celebración. "Las flores hablan de los sentimientos de los novios, de su historia y de lo que desean transmitir a sus invitados", comenta. Este enfoque artístico y simbólico es lo que convierte sus arreglos en piezas memorables que perduran mucho después de que las luces de la boda se hayan apagado.
La Importancia de la Organización
El día de la boda es, sin duda, uno de los días más importantes en la vida de una pareja. Pero también es un día lleno de responsabilidades, tareas y, a menudo, de estrés. Para que todo salga perfecto, la planificación y la coordinación deben ser impecables, y aquí es donde entra en juego la habilidad de Rebeca Marín. Con su experiencia y ojo para los detalles, se asegura de que cada aspecto de la boda fluya sin problemas, permitiendo que los novios disfruten de su día sin preocupaciones.
"El secreto está en la planificación previa", explica Rebeca. "Desde el momento en que los novios me contactan, comenzamos a trabajar en una hoja de ruta que cubra todos los aspectos importantes de la boda: la ceremonia, la recepción, la llegada de los proveedores y, por supuesto, los momentos clave que deben quedar grabados en la memoria de todos los presentes". Este enfoque meticuloso es lo que permite a Rebeca manejar bodas de cualquier tamaño, desde pequeñas celebraciones íntimas hasta grandes eventos con cientos de invitados.
Manuel Antúnez, por su parte, asegura que su trabajo no termina una vez que las flores están colocadas. "Durante el día de la boda, me aseguro de que las flores luzcan perfectas en todo momento", explica. "Las flores son delicadas, y pueden verse afectadas por factores como el clima o la temperatura, por lo que es importante estar siempre pendiente de que todo se mantenga en perfecto estado".